martes, 30 de agosto de 2011

Albóndigas caseras.






Para un cuarto de kilo de carne picada (de lo que sea, ternera, cerdo, pollo..., en este caso, ternera).

Y hago aquí un inciso: Pedid en la carnicería carne para picar y que te la piquen en el momento. Consejo de madre.

Se pone la carne picada en un bol, se salpimenta (sólo un poco), se le añade 3 dientes de ajos muy picaditos, un puñadito de perejil fresco muy picadito, un poco de pan duro migado, sin corteza, previamente remojado en leche y escurrido, uno o dos huevos crudos y se hace una masa con todo esto.

Hay que mezclarlo muy bien mezclado, con las manos, se va amasando y mezclando hasta que quede totalmente homogéneo, hasta que se forme una pasta consistente.

Luego, se van cogiendo pellizcos de la masa y se van formando bolitas del tamaño deseado, y las pasamos por un plato con huevo batido y después por otro plato con pan rayado, manteniendo la forma de la bolita.

Directamente las vamos echando de una en una a la sartén con aceite de oliva que debe estar caliente, fuego de moderado a fuerte. Cuando estén doradas por fuera, se sacan con la espumadera y se colocan sobre una fuente con papel para absorber el exceso de aceite. Cuidado de que no se quedan crudas por dentro.

Listo. Mis primeras han salido exquisitas, pero debo mejorar en hacerlas de tamaño más homogéneo... para que no parezca que unas albóndigas se han comido a las otras, jeje.


Otro día hablaremos de las salsas.





No hay comentarios: